jueves, 20 de noviembre de 2014

El precio de los cambios: Quedarse vacio

En muchas ocasiones deseamos un cambio, vemos alguna situación de nuestras vidas que realmente se ha convertido en  vacía, tiene poco sentido mantenerla, es poco nutritiva ya, y ves que cumplió y tu cumpliste con la función, misión o aprendizaje de esa situación o de las personas involucradas, pero sigues manteniéndola. Es como una contradicción contigo mismo, donde te preguntas ¿Qué hago aquí? ¿Y por qué aguanto? ¿Por qué mantengo esta situación?. En ciertas ocasiones decides que vas a terminar con la situación o con las personas, pero vuelves como un círculo vicioso a lo mismo. No te lanzas a cortar, a realizar el cambio. Esto puede ocurrir tanto en situaciones laborales, pareja, amistades, etc. Pero es más fuerte el enganche cuando interviene en romper con personas.

Abriéndose sin miedo, siendo sincero consigo mismo siempre hay una causa de fondo cuando se resiste al cambio.  Y es el quedarse vacío, lanzarse a la nada, a la incertidumbre. Es quedarse sin nada o sin nadie, solo uno consigo mismo y nadie más. Eso puede dar miedo, con la sensación donde ahora con quien se relaciona, o que hace con su vida.

En esa sinceridad consigo mismo también es como la sensación de cuesta arriba, donde uno tiene que volver a empezar desde cero y construir nuevas situaciones a tu vida, llenar aéreas importantes en la vida de todo ser humano que tiene que cubrir para sentirse pleno y evolucionar.  En ese volver a empezar de cero no es lo mismo a los 30 años que a los 40 años. Lo digo por experiencia propia.

Ahora que escribo esto, me digo a mi mismo "Ahora no tienes excusas para realizar el cambio" Esto que expreso es de una situación real que llevo arrastrando desde hace un tiempo. Pero esto también le ocurre a muchas personas, y quería expresarlo para poder ayudar a reflexionar, a que también movieran ficha aquellas personas que estuvieran pasando por lo mismo.

Cuando uno no se atreve a romper, a realizar ese cambio por esa sensación de vacío, de quedarse sin nadie o sin nada, yo te diría, y me digo a mi mismo, sino es más vacío, estéril e inútil seguir con la situación donde realmente  en el fondo no quieres estar. Es seguir en un circulo vicioso.

Recuerdo situaciones en mi vida que empezaron desde cero y que poco a poco fueron construyendo y afianzando nuevas experiencias, personas donde uno ha evolucionado y aprendido.  ¿Y por qué ahora no? La edad, la crisis y muchas otras cosas más son realmente  historias que nos contamos a nosotros mismos, nos meten en la cabeza a fuego la sociedad manipulando y condicionando nuestras vidas.


Bueno, esta es mi experiencia y vivencia que quería compartir contigo en voz alta, como se suele decir, aunque en este caso seria a golpe de teclado de ordenador.  Gracias por leerme y espero que te sirva para ti. 

José Navarro