domingo, 28 de octubre de 2012

Lucha por lo que tienes


En mi perfil de Facebook tengo una foto  en la portada del lugar donde trabajo, mi espacio donde me dedico a desarrollar mis negocios, mis proyectos tanto en internet como fuera de internet. Y hoy domingo cuando me he quedado mirando fijamente, me ha venido la frase: “lucha por lo que tienes”, y claro es la base para seguir trabajando y conseguir lo que quiero, y para ello debo conservar lo que tengo. Las cosas que me valen tanto recursos materiales, como recursos personales y todo lo que he ido aprendiendo en el proceso.

En ocasiones y más en estos tiempos es normal tener horas bajas, momentos en que uno lo dejaría todo, pero es mi medio de vida, si aniquilo todo lo conseguido es un verdadero suicidio, si puedo hacer limpieza, soltar lastre,  y quedarme con lo valido. Dejarlo todo sería no asumir la propia responsabilidad, renunciar lo que no es en esencia. Si se puede transformar, modificar, mejorar.

Cuando te sientas  bajo, te aconsejo  ver lo que uno ha conseguido, donde ha disfrutado, y sobretodo que ha conseguido en otros momentos en horas bajas, en momentos donde uno si o si tiene que salir adelante, usar todos sus recursos. Y si recuerda otros momentos donde la creatividad ha conseguido conseguir cosas desde los recursos personales, desde tu  propia esencia, tu  autenticidad. Ese lado profundo que todos tenemos y que a lo largo de la vida se nos destierra por influencias de todo tipo.  La buena noticia que esas influencias se pueden aniquilar, dejarlas y tirarlas al fondo del cubo de la basura.

Cuando te sientas en la tesitura  de dejarlo todo, de forma absoluta, mira a tu alrededor, haz una reflexión de las cosas que has conseguido, en los momentos que le has puesto un buen par y has salido  adelante, lo que te ha impulsado a la superación. Ese es tu potencial.

Recuerdo cuando cree un curso a distancia por los años 90; recuerdo cuando me busque la forma para desarrollar mi vocación realizando clases a domicilio, alquilando salas y despachos  para por horas en esos años para consultas y cursos. En esa época vivía con mis padres y no aceptaban mi vocación, pero eso no impedía que yo siguiera luchando por lo que quería. Se podría decir que era una persona capaz de esquivar y superar las dificultades. Y por supuesto como ahora, porque es parte de mi esencia y por supuesto de todo el mundo, si es algo que le toca y te nace desde tu autenticidad.

Meditando en esa época que viví en los años 90 se puede decir que era un emprendedor nato, un luchador de “pelo en pecho”. O como decía un tío muy querido ya fallecido,  un valiente  (me emociono y se me llenan de lágrimas los ojos recordándole)

Todo lo que tienes es fruto de tu esfuerzo, de tu dedicación y aunque muchas son cosas materiales, pero su simbolismo va mucho más allá de solo objetos materiales, detrás hay una historia, o simplemente una acción, un esfuerzo para conseguirlas. Algunas de ellas encierran una ilusión,  una expectativa.  Quédate con lo simbólico lo que encierra en esencia las cosas que te hagan conectar con tu esencia, con un motivo, con una misión de vida.

También es necesario soltar, vaciarse de cosas viejas  que ya no te sirven, que ya cumplieron su función. Esas cosas si son necesarias renovarlas o sustituirlas.

Lucha por lo que te ha dejado esas cosas, lo que te han conectado de ti mismo, te  hayan  acercado a quien eres. Independientemente que las tengas que tirar, desechar, renovar. Solo son cosas. Por cierto en mi portada de Facebook ya no está el monitor, hay otro.  El desapego material  ya que es sustituible, lo que es insustituible es la experiencia.

Por lo tanto el titulo más apropiado es lucha por lo que eres, pero voy a respetar el titulo que me vino a quedarme mirando la foto de la portada.



José Navarro

jueves, 31 de mayo de 2012

Reflexión del día. Aprender de los problemas y dificultades que aparecen en la vida


En la vida aparecen dificultades y problemas en ocasiones ajenos  a nuestra  voluntad, aunque siempre hay cierta responsabilidad en uno mismo, bien en la actitud frente al mundo, a las personas, y en la vida en sus diferentes aéreas. Y es normal  que surja la rabia, enfado, enojo, o tristeza, desolación, frustración. Un largo etcétera de emociones que generalmente  son negativas. Y digo que es normal porque sino seriamos incoherentes. Lo importante es aprender a manejarlas a nuestro favor.

Al aparecer estos problemas y dificultades lo primero es dejar que fluyan las emociones, ni luchar contra ellas, ni regocijarse en ellas. Simplemente vivirlas, expresarlas, aceptar que es normal sentir tal o cual cosa. Ver si hay cierta responsabilidad propia en el problema que ha surgido, repasarlo, si es necesario hablar con algún amigo que sepas que  te va a escuchar y hacer una devolución sin crítica, o buscar otro tipo de ayuda si ese problema parece que se repite en diferentes situaciones parecidas a lo largo de tu vida.

En ocasiones en ese conflicto no has tenido ningún tipo de responsabilidad si lo repasas, simplemente apareció en tu vía, pero de igual forma deja que las emociones surjan, recuerda que es normal sentirse mal cuando es justificado.

En otras ocasiones puedes no tener a las personas adecuadas, no tener recursos para buscar otro tipo de ayuda si el problema es un conflicto que aparece una y otra vez en tu vida. Entonces hay formas como escribirlas por ejemplo, u otras formas. Uno tiene las suyas propias y los recursos para  que ese problema no se convierta en un conflicto repetitivo, o  que te hunda en la miseria, te amargue, te deprima, destruya o anule una parte buena de ti y que se convierta en crónico.

Una cosa si es afín a todo ser humano. El aprender de la experiencia. Bien ese problema sea repetitivo, tengas o no algún amigo de verdad que te escuche, te apoye, y recoja en tu dolor, o bien tengas o no recursos para buscar otras ayudas, o bien te ayude, escribir, meditar, el deporte, alguna afición que te ayude a conectar contigo, con tus recursos internos, (¡Ah!, el ir de compras u otras adicciones consumistas, y que te desconecten de la realidad NO valen bajo ningún concepto ¡eh! ¡¡ja, ja, ja!!)

Bueno, voy a dar un resumen y pautas para aprender de la experiencia. Lo más importante para empezar es aprender a conectarnos con nosotros mismos, aprender a encontrar el silencio interior. El silencio interior para mí,  es cuando las emociones negativas no provocan todo tipo de pensamientos. Nuestro corazón se haya calmado y nuestra  mente no escuche los gritos de dolor de nuestro corazón.  Además también es llegar a una calma donde estamos presentes, escuchando, viendo, sintiendo, pero siendo observadores, conscientes del momento presente.

Una cosa importante es no actuar con las emociones negativas, porque  te puedes arrepentir después y surgen más problemas a la lista en tu vida. Es decir, antes de tomar una acción calmar ese grito de tu corazón que te hace tomar decisiones equivocadas.

Repasa lo sucedido, que has hecho, que has permitido (si es el caso), también que no has hecho y que no has permitido (también si es el caso). 

Qué decisiones piensas que puedes hacer para que ese problema se resuelva y desaparezca, y nunca vuelva. Aquí es importante que esas emociones negativas se hayan calmado, resuelto, antes de tomar una decisión o acción equivocada.

En esa decisión cuando el corazón no grite y la mente lo contamine, o al revés la mente alimente las emociones negativas y haga que  surjan otras emociones negativas, es decir, en ese silencio interior, hay que dar respuesta a varias preguntas. ¿Mi decisión cómo me ayuda? ¿Cómo ayuda a los demás? ¿Qué me aporta? ¿Qué aporta a los demás? ¿Perjudica a las  personas que quiero y son importantes para mi? ¿Ambas partes no se verán perjudicadas?

Centrarse en los recursos internos que todos tenemos, ver cómo aplicarlos para resolver ese problema, que reforzar en nosotros para que no vuelva a ocurrir, es decir, se resuelva de verdad. Para esa resolución de verdad, es importante ser conscientes de los puntos débiles no resueltos que tenemos y que deben ser reforzados. Ahí sí o sí, es pura responsabilidad propia. Al reforzar y trabajar esos puntos débiles, conflictivos propios, vamos a descubrir grandes cosas, recursos, una nueva imagen de nosotros, que siempre ha estado ahí, es lo potencial escondido, que por diferentes circunstancias de la vida, se han ido durmiendo.  También son puntos que hemos venido a este mundo a resolver, para aprender y evolucionar.

Importante para  ese aprendizaje de la experiencia, es  nunca volverse más duro, capullo, malvadillo, entre otras durezas que lo único que nos perjudica a nosotros y salpicamos a otros, perdiendo una gran oportunidad de descubrir lo que nos ofrece la vida, bien en situaciones o con las personas que van apareciendo en ella.

Aprender de la experiencia es aprender de las propias debilidades, ser responsables de nuestras acciones y ser conscientes que todo se puede cambiar o por lo menos mejorar.

José Navarro